Las Bailarinas Lógicas: “Sueño”.

 

 

“Sueño”. Soñamos. Es prodigioso que eso ocurra. Filósofo es aquel que no se acostumbra a lo prodigioso: aquel que no se acostumbra a lo que hay. Porque finalmente es incapaz de abarcar lo que hay en palabra alguna, en sistema alguno. Lo que hay es demasiado grande y prodigioso para él.

En las notas que siguen expondré unas primeras reflexiones que, según creo ahora, se encaminan hacia una desactivación de los universales “Sueño” y “Vida” [Véase “Universales”], y, quizás, a su sustitución por un neologismo que sería algo así como “Omni-vida”, entendiendo que no existe diferencia ontológica entre los distintos ‘lugares’ o ‘mundos’ en los que entramos y salimos a lo largo del tiempo infinito -y dentro del espacio, infinito también- de nuestra mente.

La experiencia total. ¿Cuáles son los límites de la vida? ¿Cuánto se vive en una vida; si incluimos todo lo que se sueña en ella? ¿Cuántos cómputos de tiempo? ¿Cuántas tramas? ¿Cuántas personas se es en el gran teatro de nuestra mente (o de nuestro “cerebro”, si se quiere soñar en red con los neurofisiólogos)? [Véase “Cerebro”].

La vida es sueño. Sí. Pero, ¿qué es eso de “la vida”? ¿Cómo jerarquizar los distintos mundos en los que entramos y de los que salimos? ¿Dónde estoy exponiendo estas preguntas? ¿En un sueño? 

Creo que sería más apropiado decir que el sueño es vida. Y eliminar eso de “solo fue un sueño”. Creo que un sueño es algo grande.

¿Podemos -como aseguran los budistas- despertar alguna vez, pero del todo? ¿Morir es despertar a otro sueño más ‘real’, más ‘de verdad’, que éste en el que ahora escribo?

Los taoístas aseguran que somos -los seres humanos y sus mundos- el sueño de una mariposa: el sueño de algo que goza de una ligereza infinita. El sueño de una Nada… [Véase “Nada”].

En la palabra “Materia” [Véase] narro un sueño personal en el que, una vez alcanzada la conciencia de que estaba soñando, me deleité contemplando la materia onírica de unos árboles de mi infancia; e incluso sintiendo en mi piel una brisa ‘imaginaria’ que provocó en mí un estallido de belleza extrema. La noche 24 de mayo de 2011 tuve un sueño similar. También lúcido. Así lo recuerdo ahora:

Estoy en una casa que se supone que es la mía. Hay bastante gente dentro y también en el jardín. Entre esa gente están mis familiares más directos. De pronto me doy cuenta, algo asustado y aturdido, de que esa no es exactamente mi casa. Empiezo a sospechar que estoy soñando. Se lo digo a mi hermano. Él no me cree. Intento convencerle a él y a más gente que ahora no recuerdo. Dudo de si estoy o no soñando. Me decido a hacer la prueba que siempre me funciona: levanto los brazos y me dispongo a volar. Vuelo. Me consuela saber que he acertado y que estoy en un sueño, lo cual, inmediatamente, me hace tomar consciencia de que tengo un enorme poder de configuración de esa realidad: que puedo hacer con ella casi lo que quiera. Pero recuerdo también, mientras voy volando, que debo mantener la calma y la concentración para no perder el poder. Paso volando junto a las ramas de unos árboles gigantescos. Me detengo, casi en meditación, para contemplar en detalle el prodigio de esa materia onírico-vegetal. Ante ese espectáculo siento una emoción estético-metafísica realmente gloriosa: estoy contemplando la materia de los sueños.

Sigo mi vuelo y llego a una especie de chalet de montaña, aparentemente deshabitado, muy bello, iluminado con una luz entre verdosa y gris: la luz que nace y muere justo antes de los amaneceres. Veo un cartel con un teléfono. Me pregunto qué pasaría si yo marcara ese número. No lo hago. Me es igual. No me quiero distraer. Lo que me interesa es la contemplación pura de la materia que me envuelve. Sigo volando hacia no sé dónde.

Llego a una casa grande en cuyo tejado hay grandes cristaleras. Veo niños durmiendo. Ellos me descubren. No sé qué decir. Les digo finalmente que soy un ángel, que no se preocupen, que estoy para cuidarles, para que tengan una vida preciosa. Uno de ellos me dice que ya sabe quién soy porque me ha visto en una película. Al resto les doy igual. Entonces se me ocurre animarlos a jugar conmigo. Pierdo algo de concentración y de control porque empiezo a sentir apego por esos niños. Me doy cuenta de que tengo que salir de ahí, urgentemente, pero no volando, porque ya he perdido el poder de volar. Salgo corriendo por una escalera grande, como de edificio de lujo en Berlín. Siento angustia. Quiero despertar. Quiero despertar urgentemente.

Pero despierto en otro sueño y quiero tomar notas en él para aprovechar esas experiencias y poderlas traer a este diccionario filosófico. Hay muchos niños haciendo ruido y soy incapaz de concentrarme. Suena mi móvil. Es un mensaje de voz. Recuerdo de pronto haber soñado un tercer sueño en el que acababa de iniciar una apasionada relación sentimental con una mujer. Una mujer de ojos verdes, muy guapa y muy fea a la vez, que había conocido mientras dejaba una bolsa en el colegio de mi hijo. En el mensaje ella se lamenta de que yo no devolviera sus llamadas. Su voz es angustiosa. Yo sé -en el sueño- que esa mujer formaba parte de otro sueño distinto: un hechizo puntual destinado a diluirse en la nada como un arcoíris moribundo.

Desperté a este sueño desde el que ahora escribo.  Ya dentro de este mundo concreto sentí una mezcla de fascinación metafísica -y física- y también angustia ante la volatilidad de los mundos. Pero sobre todo sentí mucha tristeza por aquella mujer de nada que me amaba desde la nada ofreciéndomelo todo.

Los sueños. La vida. El amor…

Antes de exponer mis ideas, creo oportuno mencionar a los siguientes pensadores:

1.- Buda. El despierto. Pero… ¿Para qué despertar? ¿Para no sufrir? Sugiero seguir en la vida sabiendo que se trata de un sueño, de un sueño sagrado. Y ponerse a su servicio: aumentar sus hechizos (Nietzsche).

2.- Kant. Confesó que había despertado del “sueño dogmático” gracias a Hume. ¿Qué es un sueño dogmático? Las bailarinas lógicas (“Causalidad”, “Tiempo”, “Espacio”… y muchas más) hunden en ese sueño. Pero no se puede vivir sin ellas. Porque vivir es soñar. Porque vivir es estar hechizado.

3.- Schopenhauer. Leamos lo que escribió sobre el sueño este poderoso pensador en la primera parte de su obra Parerga y paralipomena (P I, 232-233, según la edición clásica de Arthur Hübscher, revisada por su mujer Angelika, y publicada en Mannheim en 1988):

“[…] en el simple sueño la relación es unilateral, y es que solo un yo verdaderamente quiere y siente, mientras que los demás no lo hacen, pues son fantasmas; por el contrario, en el gran sueño de la vida tiene lugar una relación multilateral, toda vez que no solo uno aparece en el sueño del otro, sino que éste también aparece en el de aquel, de forma que, por medio de una verdadera harmonia praestabilita, cada uno sueña solo aquello que para él es adecuado según su propia guía metafísica, y todos los sueños-vida están entretejidos con una perfección tal, que cada uno experimenta solo lo que le es beneficioso y hace lo que es necesario para los demás […].”

(La traducción es mía. Ofrezco a continuación el texto original en alemán para su cotejo):

“[…] im bloßen Traume das Verhältniß einseitig ist, nämlich nur ein Ich wirklich will und empfindet, während die Uebrigen nichts, als Phantome sind; im großen Traume des Lebens hingegen ein wechselseitiges Verhältniß Statt findet, indem nicht nur der Eine im Traume des Andern, gerade so wie es daselbst nötig ist, figuriert, sondern auch dieser wieder in dem seinigen; so daß, vermöge einer wirklichen harmonia praestabilita, jeder doch nur Das träumt, was ihm, seiner eigenen metaphysischem Lenkung gemäß, angemessen ist, und alle Lebensträume so künstlich in einander geflochten sind, daß Jeder erfährt, was ihm gedeihlich ist und zugleich leistet, was Andern nöthig […]”.

4.- Freud. 1900. Die Traumdeutung. La interpretación de los sueños. El sueño es una necesidad psíquica, una especie de prótesis metafísica, y su interpretación permite sanar… digamos “el alma”. Freud, que es un pensador excepcional, está no obstante hechizado -dormido- por bailarinas como “Ciencia”. Es un ilustrado decimonónico: habla de los “antiguos”, que, en su supuesta ignorancia pre-científica, creyeron que los sueños podrían ser un lugar intervenido por divinidades exteriores, y que en los sueños había mensajes, y que anunciaban el porvenir… Freud escribió su libro sintiendo que no había habido avance desde Artemidoro de Daldis (s. II d. C.). Y considera que la materia de los sueños es la memoria, la cual almacenaría absolutamente todas las experiencias vividas por un ser humano desde su infancia (hasta las más nimias). Objetivo de la interpretación de los sueños: sanar. Utilizar el sueño (su recuerdo) para sacar a “la luz de la razón” (esa diosa exorcista) todo lo reprimido. Así se acabaría, según Freud, con el sufrimiento: volviendo consciente lo inconsciente. Su método consistía en sugerir que fuera el paciente-soñador quien interpretara su propio sueño, dejando que las imágenes salieran sin censura a la purificadora luz “de la razón”. Contra la ciencia de su época, Freud sí creyó que los sueños tenían sentido, pero rechazó el uso de claves interpretativas fijas porque las consideró simple superstición. Finalmente, Freud, en su obra La interpretación de los sueños, confirmó el sentido popular que, según él, siempre consideró los sueños como un espacio para la realización de deseos frustrados en la vida real. Y los “sueños de angustia” serían un fallo del sistema: lo deseado por el inconsciente sería insoportable: y se produciría, sin más, el despertar.

Y estas son mis ideas sobre la palabra “Sueño”:

1.- El sueño/la vida son contenidos de conciencia -no tengo otras palabras más adecuadas para decirlo. Creo que esos contenidos forman una fabulosa obra de arte que está siendo contemplada por ‘nosotros’ desde un lugar innombrable desde aquí. Esa gran Creación, esa descomunal sinfonía de mundos interconectados, incluye todo lo ‘vivido’ y ‘soñado’ por nosotros.

2.- No morimos porque no vivimos. “Vivir” es una palabra demasiado simple. “Soñar” y “morir” también lo son. Como he adelantado al comienzo de este texto, creo que sería más apropiado decir que “omni-vivimos”: entramos y salimos en y de realidades que nosotros mismos fabricamos desde donde somos Nada (desde donde somos Dios, si se quiere utilizar esta palabra).

3.- Creo que en nuestros sueños -vida incluida- irrumpen mensajes y seres exteriores. O -mejor dicho quizás-  mensajes que nos mandamos a nosotros mismos desde otros lugares de nuestra conciencia infinita.

4.- Considero que no hay que descartar la posibilidad de que ‘alguien’ nos esté contemplando en este momento, con ternura, como cuando contemplamos a nuestros hijos dormidos. No es tampoco descartable que nos estén amando y cuidando desde donde quizás despertemos al morir.

5.- El sueño dogmático. Este diccionario filosófico muestra el poder narcotizante de las bailarinas lógicas (las palabras/los conceptos/ los universales/las ideas). Creo que todo kosmos noetos, en sentido platónico, es narcótico: todo cosmos es un sueño ordenado. Todo logos, si tiene la fuerza suficiente, sumerge en un profundo sueño dogmático. Kant, gracias a Hume, despertó de un sueño dogmático, pero entró en muchos otros, todos preparados para causar hechizos en sus fabulosas obras filosóficas.

6.- La interpretación de los sueños. ¿Qué es “interpretar”? ¿Para qué “interpretar”? Unos mundos nutriendo a otros. Pero, ¿desde qué lógica? ¿No es la lógica, también, una alucinación de la mente? Quizás sí. Pero hay que vivir este sueño, éste, y merece la pena buscar nutrientes, ideas, hitos, mensajes -lo que sea- en otros mundos. Creo, con Freud, que los sueños están al servicio de nuestra salud, entendiendo “salud” en un sentido ilimitado.

7.- Despertar. Dios se aprieta pero no se ahoga. Todos sabemos, en el fondo, que cuando un sueño -o un vivir en general- se pone demasiado duro podemos salir de él: podemos diluirlo en la nada del sueño olvidado y reducido a simple materia onírica, a pura irrealidad.

8.- El silencio en el sueño. Los sueños, en general, son ruidosos, desasosegados, como caricaturas de este sueño/vida desde el que ahora escribo. En los sueños, generalmente, se siente muy poco sosiego, y muy poca libertad… ¿Cabe meditar dentro de un sueño?  Yo lo hice, después de saberme soñando en una especie de asamblea de dignatarios religiosos que tenía lugar dentro de lo que parecía una catedral. Fue una experiencia incomunicable ahora. En otra ocasión soñé con un pueblo rodeado por la luz y el silencio.  Todo era demasiado calmado. Demasiado maravilloso. Sentí que no estaba en un sueño ordinario; y me asusté muchísimo porque supe que aquello era la muerte. O algo relacionado con la muerte. Y yo no quería morir. Tenía una preciosa hijita de cuatro años. Elegí entonces -por amor, por amor puro y duro- regresar a esta vida/sueño (a esta “Omni-vida”), renunciando a las delicias de aquel paraíso rural. Y letal.

9.- Creo que cabría diferenciar entre el sueño pasivo y el sueño activo. El Dios de los monoteísmos, el Dios Creador, antes de crear,  tuvo que soñar activamente (‘imaginar’) su Creación (o ‘ensoñar’ si se prefiere). No cabe pensar una Creación instantánea, no soñada activamente, esto es: no deseada una vez imaginada activamente. No se puede desear algo que no se ve previamente en la imaginación. El sueño pasivo, por su parte, sería una entrada en el fruto de la propia imaginación, con la conciencia autolimitada para percibir lo creado (la ‘realidad’) como algo ajeno objetivo, ‘ahí’. Ese podría ser el sentido mismo de la Creación. Y del mundo. De todos los mundos posibles. 

10.- El paraíso. No descarto su existencia; como sueño perfecto experimentable desde un nivel de conciencia todavía auto-hechizado. El paraíso como materialización de todo lo deseado ‘en vida’: como vivencia total de todo lo soñado (ensoñado) activamente: como último regalo del cerebro para sí mismo (si no se quiere salir del modelo fisicista-cerebralista).

11.- El sueño amado. Recuerdo haber sido arrastrado por cataratas de sueños sucesivos en los que una y otra vez creí que había despertado, por fin, a la verdadera realidad. Pero ninguno de ellos era el sueño amado. Y yo lo sabía. Hasta que regresé a este.

Este.

Mi sueño amado es este: este desde el que escribo, porque en él están seres maravillosos por los que vale la pena asumir los dolores del ignorante (en sentido budista): de ese ‘estúpido’ que -por puro amor- no se desapega de su sueño amado.

Quisiera terminar este texto trayendo de nuevo las palabras de Schopenhauer sobre el sueño. Y es que tienen una fuerza y una belleza descomunales:

“[…] en el simple sueño la relación es unilateral, y es que solo un yo verdaderamente quiere y siente, mientras que los demás no lo hacen, pues son fantasmas; por el contrario, en el gran sueño de la vida tiene lugar una relación multilateral, toda vez que no solo uno aparece en el sueño del otro, sino que éste también aparece en el de aquel, de forma que, por medio de una verdadera harmonia praestabilita, cada uno sueña solo aquello que para él es adecuado según su propia guía metafísica, y todos los sueños-vida están entretejidos con una perfección tal, que cada uno experimenta solo lo que le es beneficioso y hace lo que es necesario para los demás […].”

David López

 

La Gran Metafísica. (Próxima conferencia).

 

 

Hoy miércoles 21 de octubre de 2021 impartiré la última conferencia online de mi curso La Gran Metafísica.

Hoy se habrán completado por tanto las treinta conferencias, las treinta salidas a volar a través de las más amplias ventanas de que dispone la mente humana (las ventanas de la gran Metafísica). Para mí ha sido, en cualquier caso, una experiencia inolvidable.

Esta última conferencia lleva por título “La libertad y la creatividad del Ser. La idea, la consciencia y la ética de lo sacro”. En ella expondré algunos rasgos de mi propia Metafísica.

Estás a tiempo de inscribirte. Eso te permitirá, además, descargarte las grabaciones de las veintinueve conferencias anteriores y disponer, ya para siempre, del curso completo.

[Tienes toda la información aquí]

 

Curso de Filosofía de la Ciencia. (Próxima conferencia).

 

 

Hoy martes 19 de octubre, a las 19:00 horas (Europe/Madrid), y dentro de mi curso de Filosofía de la ciencia, impartiré una  conferencia online bajo el título:

Kant. “El cielo estrellado por encima de mí”. La física de Newton como sistema operativo de la cámara con la que ‘mira’ el ser humano la cosa en sí (que es incognoscible, inimaginable).

[Tienes toda la información en este enlace]

Curso de Filosofía del Arte. (Próxima conferencia).

 

 

Este lunes 18 de octubre, dentro de mi curso de Filosofía del Arte, impartiré una conferencia online bajo el largo título “Platón: El mundo como obra defectuosa de un dios muy menor, de un artesano que no ha sabido encarnar bien las ideas, los arquetipos eternos. El camino ascendente de la belleza (Banquete). La posesión como fuente de la poesía (Ion). La condena y la censura políticas del arte (República)”.

Tienes toda la información aquí:

https://www.davidlopez.info/curso-de-filosofia-del-arte/

Las Bailarinas Lógicas. (Un diccionario filosófico).

 

 

En el Rig Veda hay un himno (el 10.125) que ríe y deslumbra desde hace más de tres mil años. En ese himno es la propia palabra la que habla de sí misma y de todo: “Aunque ellos no lo saben, habitan en mí”. Michel Foucault dijo milenios después: “No son los hombres los que hacen los discursos, sino los discursos los que hacen a los hombres” [Véase].

Este diccionario, que voy construyendo semana a semana, lleva por nombre “Las bailarinas lógicas”. Y todas sus palabras/bailarinas están unidas por “manos” o “supercuerdas” que, ante mi sorpresa, están tejiendo, lentamente, apasionadamente, un organismo cuyas dimensiones no puedo prever ahora.

Supongo que dedicaré mi vida entera a este diccionario. A este organismo lógico.

Los textos que he escrito sobre cada palabra son, en muchos casos,  simples presentaciones de conferencias y, en otros, no más que borradores de artículos. Todas las entradas de mi diccionario reclaman una redacción que sea, al menos, provisional. Pero no quisiera que esa redacción -esa imagen del fértil infinito interior de cada palabra- llegara nunca a ser definitiva (finita; final por tanto). Amo la vida (la vida infinita e inefable): y también amo la vida de estas criaturas.

Espero estar siendo capaz de compartir mi estupor maravillado ante  el gran espectáculo de baile que ofrecen las bailarinas lógicas. De baile metafísico si se quiere. Mi intención es dejar que bailen muchas palabras en la pista infinita de nuestra mente. Y de nuestro corazón.

Y creo que en algunos lugares de este diccionario se puede vislumbrar la transparencia -la sublime y casi omnipotente nada- de los cuerpos de estos seres prodigiosos: su temblor ontológico.

Las bailarinas lógicas que ya viven y sueñan en este diccionario filosófico son las siguientes:

 

CONSULTORÍA FILOSÓFICA

 

 

A petición de algunos de mis tan queridos alumnos he decidido iniciar esta nueva actividad.

Pongo a tu disposición mis lecturas, mis conocimientos y mis propias ideas filosóficas para lo que tú creas que te pueden ser útiles.

Esta consultoría filosófica la ofrezco a través de videoconferencia privada y también de forma presencial. Escríbeme un correo y yo te respondo con todos los detalles.

Te doy mi dirección:

contacto@davidlopez.info

Espero que mis largos años de intenso estudio, de creación, de reflexión y de (intensa) vida te aporten algo grande de verdad. Yo haré todo lo posible para que así sea.

David

CURSO DE FILOSOFÍA DEL ARTE

 

 

La belleza del mero hecho de que exista la belleza y de que se pueda crear más todavía

 

La creación y la contemplación artísticas han sido y siguen siendo experiencias extremas en mi vida. Decisivas. Y me es imposible no ver un esfuerzo, una descomunal pasión creadora, y, también, un extraordinario virtuosismo, en eso que se me presenta como ‘realidad’. Me refiero a un virtuosismo artificial, artístico en definitiva.

Este curso pretende  contemplar el corazón mismo del misterio de la belleza y de la creación artística a través de los bellísimos ojos de la diosa Filosofía. Va a ser, sin duda, una gran aventura del pensamiento y del sentimiento. Un viaje por lo sublime. En cualquier caso, me parece ya sublime el mero hecho de que exista la belleza y de que se pueda crear más todavía. ¿Hasta dónde se puede llegar?

Por último: ¿Cabe convertir nuestra mente y nuestro corazón en obras de arte, de arte vivo, como si fueran jardines sagrados? ¿Y qué consecuencias estéticas tiene nuestra ética en la obra de arte de nuestras propias vidas?

El curso consta de 30 conferencias online (a través de la plataforma Zoom). Todos los lunes a partir del 6 de septiembre de 2021. A las 19:00 horas (Europe/Madrid). Cabe incorporarse en cualquier momento. La inscripción da derecho a obtener los vídeos de las conferencias anteriores (y obviamente de las posteriores).

No es necesaria ninguna formación académica previa.

 

[La inscripción se puede realizar desde este enlace]

 

PROGRAMA

1.- Introducción. ¿Qué es el arte? ¿Cómo es que existe algo así? El artista: creatividad-libertad-posesión. La sublime experiencia de la creación y de la contemplación artísticas. La totalidad de nuestra vida como obra de arte. ¿Tienen efectos estéticos nuestras opciones éticas? Los abismos metafísicos de la libertad y de la creatividad.

2.- Arte físico y metafísico en el Antiguo Egipto. La mirada de Jeremy Naydler: El templo del cosmos. Un vertido metafísico cayendo sobre el Nilo y el desierto. La vivencia de otras formas de entender el espacio y el tiempo. La creación por la palabra de Thot. Los dioses-artistas. Las civilizaciones como obras de arte colectivo e inconsciente.

3.- Belleza salvífica en el antiguo Extremo Oriente. Chantal Maillard: La sabiduría como estética. China: confucianismo, taoísmo y budismo. Marguerite Yourcenar: Cuentos orientales (Cómo se salvó Wang Fô). Yoel Hoffmann: Poemas japoneses a la muerte. Una sonrisa maravillada justo antes de salir de la gran obra de arte que es la vida humana (de arte sacro).

4.- India Antigua I. El mundo es Maya, hechizo, realidad virtual (artificial-artística). ¿Hay que salirse (salvarse) de ese hechizo? ¿Cómo se ha fabricado semejante prodigio sensitivo? ¿Quién/Qué ha hecho algo así?

5.- India Antigua II. Creación-Arte-Sufrimiento. El concepto védico de Tapas. Brahaman: la palabra creadora, una vez más. ¿Es ilimitado su poder artístico?

6.- Platón: El mundo como obra defectuosa de un dios muy menor, de un artesano que no ha sabido encarnar bien las ideas, los arquetipos eternos. El camino ascendente de la belleza (Banquete). La posesión como fuente de la poesía (Ion). La condena y la censura políticas del arte (República).

7.- Aristóteles (Poética): El arte es imitación de lo real a través de diversas formas; y es también lo que distingue al ser humano de los animales. La negación de la creatividad. La poesía es conocimiento y técnica. Negación de cualquier intervención de lo divino, de lo metafísico, en el fenómeno artístico. Todos los seres se mueven atraídos por la omnipotente belleza de un motor inmóvil.

8.- El Dios-artista de los monoteísmos del Oriente Medio (judaísmo, cristianismo e islam). El evangelio de Juan. De nuevo, la palabra que crea mundos. Pero ¿por qué/para qué realmente creó Dios la descomunal obra de arte que es “el mundo”? ¿Por amor? ¿Por amor a qué? ¿Y con qué material lo hizo?

9.- Kant: Crítica del Juicio. Diferencia entre lo bello y lo sublime. Paz y armonía frente a estremecimiento, vértigo, estupor maravillado. Una reflexión sobre la experiencia de la belleza en la naturaleza salvaje.

10.- Hegel (De lo bello y sus formas): “El intelecto no aprehende jamás más que uno de los lados de lo bello: queda en lo finito, en lo exclusivo y falso. Lo bello, al contrario, es en sí mismo infinito y libre. […] El carácter infinito y libre se encuentra a la vez en el sujeto y en el objeto […]” ¿Qué debería entenderse por “belleza absoluta”?

11.- Novalis. ¿Y si nos estuviéramos hechizando a nosotros mismos con la fabulosa obra de arte que llamamos, simplificando, “vida”? ¿Cómo es que somos capaces de hacer-nos algo así? ¿De qué herramientas disponemos?

12.- El Romanticismo. El arte como esencia sagrada del ser humano. Y de todo. El artista, cuando está creando, está extáticamente conectado con el abismo más profundo de lo real.

13.- La sinérgica potencia artística de la amistad entre Schiller y Goethe (vista desde Safranski). “Fue en su amistad con Goethe cuando Schiller aprendió que los impulsos creativos están enraizados en una región que, por su naturaleza, no puede ser comprendida”.

14.- Schopenhauer. El mundo como representación, como obra de teatro. La música como nítida expresión de la cosa en sí del mundo (de su corazón mismo). La contemplación extática de la obra de arte nos anticipa lo que nos espera cuando nos deshagamos de este mundo (el mundo del deseo y, por tanto, del dolor).

15.- Nietzsche. El Nacimiento de la Tragedia en el espíritu de la música. La lucha contra el nihilismo, la debilidad y la decadencia en el arte. El dios-artista metamoral. Solo como obra de arte tiene sentido el mundo. El caso de Wagner.

16.-  El arte y la guerra desde una perspectiva filosófica. Referencia al Tao Te Ching,  Bhagavad Gita y al Proyecto Manhattan.

17.- La pintura. La visión de una forma posible eternidad. Nueva referencia al discurso de Diotima en Banquete de Platón. Nueva referencia a Schopenhauer. El síndrome de Stendhal. La pintura abstracta. El caso de Pollock. Referencia al debate filosófico en torno a los “universales”. El cuadro blanco en Arte, de Yasmina Reza.

18.- María Zambrano: Filosofía y poesía. El poeta (el artista) quiere perderse más aun en el fondo de la caverna de Platón. Aumentar los hechizos de la existencia.

19.- Martin Heidegger: Hölderlin y la esencia de la poesía. “Los poetas echan los fundamentos de lo permanente”. Los poetas como pararrayos entre Dios y los hombres. 

20.- Arte, ideología, mercadotecnia, cursilería. Gadamer (El texto eminente y su verdad): “Deberíamos describir abiertamente el fenómeno de lo cursi como la irrupción destructiva de ese interés ajeno en la autonomía de lo artístico y despacharlo por ser contrario a la verdad”.  

21.- Los grandes sistemas filosóficos como obras de arte arquitectónico. Guilles Deleuze: La Filosofía no es descriptiva, sino creativa. Es el arte de la creación de conceptos, de ideas. ¿Supone eso la creación de arquetipos con los que luego construir mundos? Simone Weil: analizar conceptos, ver su nada interior, podría salvar vidas.

22.- El arte arquitectónico. El hogar humano. El arte de la decoración. Cicerón: Sobre los deberes. Gaston Bacherlard: La poética del espacio. Peter Sloterdijk: Esferas.

23.- La literatura. Harold Bloom (El canon occidental): “En la actualidad me siento bastante solo al defender la autonomía de la estética”. La lectura como bendición, como “vida más plena en un tiempo sin límites”. El caso de Cervantes y su Don Quijote de la Mancha. El caso de Cormac McCarthy y la sublime brutalidad estética de su Meridiano de sangre.

24.- Arte y realidad virtual tras la revolución digital. Jean Baudrillard (Pantalla total): “La virtualidad nos da todo, pero de manera sutil nos escamotea al mismo tiempo todo”. Una referencia al dualismo de la metafísica Samkhya en la India antigua.

25.- El mundo como sinfonía y como silencio. Los Kaluli de Papua Nueva Guinea. Steven Feld: Sonido y sentimiento. La belleza del silencio y de la nada visual. Silencio intra-cósmico y extra-cósmico.

26.- El séptimo arte. Los guiones de cine. El poderoso método de Robert MacKee para hechizar al espectador. Referencia a Aristóteles. ¿Quién es, por cierto, el guionista de nuestras vidas? ¿Cabe distinguir con claridad ese guion? El caso de Mulholland Drive, de David Lynch.

27.- Belleza – en ocasiones extrema – dentro de los videojuegos. ¿Qué prodigios están por llegar? Conexión con el concepto de Lila en la India antigua: “el juego de los dioses”.

28.- Ciencia y Arte. Modelos de cosmos como arte: Creación y creación a la vez. El nivel de belleza de los modelos de universo como indicación de su nivel de verdad: Wolfgang Pauli y Roger Penrose. La fealdad como libertad, como posibilidad de cambio de paradigma: Sabine Hossenfelder (El universo feo).

29.- El misterio de la arquitectura de los sueños. Schopenhauer: “Cualquiera, mientras sueña, sería un Shakespeare”. Los sueños como obra de arte: arquitectura, pintura, guiones cinematográficos… ¿Creados por el cerebro? ¿Para qué? Referencia a Sigmund Freud (La interpretación de los sueños). Mis experiencias estéticas — conscientes — dentro de los sueños. Referencia a La tempestad, de Shakespeare.

30.- Conclusiones. Propuesta personal: Los pinceles metafísicos. La fusión de la ética y la estética. La ética como arte creador de realidad. El camino de la belleza. La visión de la ubicuidad de lo sagrado: fusión entre la belleza y la verdad absolutas. La configuración estética de los otros seres humanos en el lienzo de nuestras mentes.

* * * * *

El precio por el curso entero es 125 euros. Con el pago de la matrícula se tiene derecho al acceso a todas las conferencias y a las grabaciones de las mismas. Y seguiré ofreciendo, como en todos mis cursos, lo que se me ocurrió denominar “Bibliografía a la carta”. Esto significa que cada alumno me tendrá a su entera disposición para aconsejarle sobre textos que pudieran ser de su especial interés. Así podrá  realizar, por así decirlo, un viaje personal, único, en paralelo al que ofrece este curso.

[La inscripción se puede realizar también desde este enlace]

CURSO DE FILOSOFÍA DE LA CIENCIA

 

Desde el Todo está lleno de dioses de Tales de Mileto hasta la inteligencia artificial y la computación cuántica

 

 

La  tecnología, cuyo apoyo fundamental es la ciencia, está a punto de provocar una transformación verdaderamente radical en la estructura de lo que comúnmente se entiende por “mundo”; y en nuestras posibilidades de interactuar en él.

Puede ser cuestión de muy pocos años, por no atreverme a decir: meses. 

He creado este curso no solo para atender la peticiones de mis queridos alumnos, sino también para contemplar eso que sean la ciencia y la tecnología desde las alturas de la gran Filosofía, y hacerlo además desde una perspectiva histórica. Creo que es muy necesario. Hay que pensar, analizar -a lo grande-, algo tan poderoso, algo que va a reconfigurar -casi- todo.

Necesitamos perspectiva, información, profundización, y también visión de conjunto para acometer inteligentemente un momento como el que estamos viviendo. Necesitamos cultura científica, sí, pero expandida, e iluminada, por el prodigo de la Filosofía.

Son 30 conferencias. Todos los martes. A las 19:00 horas (Europe/Madrid). Cabe incorporarse en cualquier momento. La inscripción da derecho a obtener el vídeo de las conferencias anteriores (y obviamente de las posteriores).

No es necesaria ninguna formación académica previa.

[La inscripción se puede realizar directamente desde aquí].

 

PROGRAMA

1.- Introducción. Presentación general del curso y explicación de la lógica del programa. ¿Qué se entiende por “ciencia”? ¿Qué implica una Filosofía de la ciencia? ¿Es posible una ciencia sin Filosofía? ¿Y al revés?

2.- Los jónicos. ¿Cuál es la esencia, de qué están hechas, todas las cosas? Tales de Mileto: “Todo está lleno de dioses”.

3.- Los pitagóricos. El misterio de los números y las formas geométricas. El concepto de cosmos.

4.- Los físicos monistas y los físicos pluralistas de la Grecia presocrática. De Parménides a Demócrito. El concepto de átomo: lo indivisible. ¿Todo es un solo átomo o todo está construido con átomos indivisibles? ¿Es todo divisible, expandible, hasta el infinito?

5.- La ciencia en el helenismo. La biblioteca de Alejandría. La geometría euclidiana.

6. El cosmos ofrecido por Claudio Ptolomeo. La custodia religiosa de los modelos científicos.

7.- Ciencia y cristianismo. Pedro Abelardo. El tema crucial de los universales. ¿Existe en sí el mar más allá de esa palabra, de ese esquema de subdivisión de lo visible?

8.- Averroes. La ciencia en el Islam. La idea de una mente colectiva.

9.- Ciencia y judaísmo. Maimónides. Ibn Gabirol. J. Reuchlin. La cábala como paradigma científico.

10.- Los franciscanos contemplan atentamente, analíticamente, tecnológicante, la obra de Dios.  Roberto Grosseteste. Roger Bacon. Duns Escoto. 

11.- “La docta ignorancia” de Nicolás de Cusa. Todo está en todo. Giordano Bruno: el infinito.

12.- La revolución de los cielos: Copérnico, Brahe, Kepler.

13.- Galileo. El método científico. El experimento mental. La matematización de la mirada.

14.- Francis Bacon. Descubrir las formas en el universo, y crear nuevas formas. Magia y ciencia. La magia es más poderosa que la ciencia. 

15.- Isaac Newton. Perfeccionamiento del método científico. La fórmula matemática que parecía explicarlo todo. El universo-máquina: una máquina creada por un ser eterno, inteligente, omnipotente. 

16.- David Hume. La invalidez del concepto de causalidad. El fin del empirismo. Nunca se sabe ni se sabrá por qué ocurren las cosas.

17.- Kant. “El cielo estrellado por encima de mí”. La física de Newton como sistema operativo de la cámara con la que “mira” el ser humano a la cosa en sí (que es incognoscible, inimaginable).

18.- La auto-sacralización de la ciencia en el siglo XIX. Laplace. El determinismo científico. El sueño de la predictibilidad absoluta. Intentos de exorcizar la incertidumbre.

19.- Schopenhauer y la magia. El magnetismo animal. La astrofísica de John Herschel. Todos los cuerpos celestes, y todos los fenómenos naturales de la Tierra, los mueve nuestra voluntad.

20.- Las geometrías no euclidianas. Hay infinitas formas posibles de espacio físico. 

21.- La biología. ¿Qué es “la vida” vista desde la ciencia? La teoría de la evolución. Darwin. Determinismo biologicista. La reacción de Bergson: la biología libre, creativa, abierta.

22.- Se rompen los átomos (los ladrillos esenciales de la materia). Se abre la física subatómica. La mecánica cuántica. Planck. El gato de Schrödinger. Heisemberg y el principio de indeterminación. Pauli y Jung: la sincronicidad como principio causal. 

23.- Einstein. Estrenamos universo. El espacio se curva, el tiempo fluye a diferentes velocidades por ese nuevo universo. Todo está lleno de -descomunal- energía (de dioses energéticos).

24.- La Filosofía de la ciencia en el siglo XX. El círculo de Viena. Karl Popper. Thomas Kühn. Imre Lakatos. Paul K. Feyerabend. 

25.- La neurociencia. El cosmos cerebral. La paradoja del cerebro: ese órgano está en el mundo físico y es, a la vez, el único lugar donde puede existir el mundo físico.

26.- La divinización de los entes matemáticos. La ecuación de Dios (Michio Kaku). El misterio de la existencia y el propio ser de las leyes de la Física (Richard Feynman). 

27.- ¿Dónde creemos ahora que estamos? M-Theory (la “teoría del todo”). Los multiversos. Los universos paralelos. La inmensidad de lo pensable, de lo modelizable. El infinito mental. La metafísica libre.

28.- El ALICE PROJECT del CERN. Podríamos crear un universo con una materia distinta, con una textura de gluones y de quarks diferente a todo lo que ha existido hasta ahora.

29.- Internet. La inteligencia artificial. La computación cuántica. La realidad expandida. Efectivamente todo estaba lleno de dioses. Y eran más poderosos y fascinantes de lo que jamás cupo imaginar.

30. Visión de conjunto y reflexiones personales para la nueva era.

* * * *

El precio por el curso entero es 125 euros. Con el pago de la matrícula se tiene derecho al acceso a todas las conferencias y a las grabaciones de las mismas. Y seguiré ofreciendo, como en todos mis cursos, lo que se me ocurrió denominar “Bibliografía a la carta”. Esto significa que cada alumno me tendrá a su entera disposición para aconsejarle sobre textos que pudieran ser de su especial interés. Así podrá  realizar, por así decirlo, un viaje personal, único, en paralelo al que ofrece este curso.

[La inscripción se puede realizar también desde aquí].

MEDITACIÓN DIARIA (En directo)

 

 

Voy a abrir a todos vosotros mi rutina diaria de meditación, la cual he ido desarrollando a lo largo de los años, y que se basa, fundamentalmente, en las tradiciones yóguica y tántrica, pero sin confinarse en ellas.

Será todos los días -todos- a las siete de la mañana (Europe/Madrid) a partir del lunes 29 de marzo de 2021.

Cada sesión durará 30 minutos. 

Utilizaré el formato webinar de la plataforma Zoom, como en todos mis cursos y conferencias.

Yo guiaré la meditación en directo, desde la pantalla. 

Mi idea es crear un espacio ritual, solemne, sagrado, que otorgue calma, equilibrio, belleza… al día entero. Que lo sublime.

He programado tres meses. Luego programaré otros tres. Y así lo seguiré haciendo mientras pueda. El importe de la inscripción mensual es de 29 euros. Espero que os parezca razonable.

Este primer mes de abril lo comenzaremos algo antes: el lunes 29 de marzo.

Los enlaces para que podáis hacer las inscripciones son los siguientes:

Abril de 2021

Mayo de 2021

Junio de 2021

Recomiendo que creéis en vuestras casa un lugar especial, un rincón sagrado para vosotros, siempre el mismo. La postura ideal es la del loto, pero se puede también utilizar la “postura fácil” (Sukhasana), que es la que veis en la imagen. Es muy útil utilizar cojines. También cabe meditar sentado en una silla. O como uno se sienta más cómodo.

Estoy a vuestra disposición a través de mi correo electrónico por si necesitáis que os aclare alguna duda: 

contacto@davidlopez.info

Será algo realmente especial para mí compartir mi más profunda rutina diaria con vosotros, incluso con personas, con seres humanos, que no conozco. Y creo, de corazón, que va a ser algo maravilloso para todos.

 

 

FILOSOFÍA Y ACTUALIDAD. “La corrupción política. Un análisis filosófico”. Vídeo de la conferencia.

 

 

 

En esta conferencia intenté analizar el tema de la corrupción política desde la -incorruptible- luz de la gran Filosofía.

Tras una breve introducción terminológica, expongo mis experiencias intelectuales (y emocionales) tras la entrada en dos grandes plataformas de Internet:

1.- Transparency International (y, sobre todo, en su “Corruptions Perceptions Index”, que considera a España un país más corrupto que Emiratos Árabes Unidos o Singapur).

2.- Reporters Without Borders, la cual, tras considerar la libertad de expresión y de información como la primera de las libertades, ubica a esos dos últimos países (pero no a España) en su lista negra respecto a la libertad de prensa.

¿Cabría entonces pensar en países impecablemente no-corruptos y deliciosamente prósperos donde no se respetaran los derechos humanos más básicos? ¿Es más importante la seguridad jurídico-financiera que la libertad de expresión y de información? ¿Qué ha de entenderse por “riqueza”?

Tras plantear estas preguntas, sigo encendiendo cámaras en el tema de la corrupción desde las alturas de estos grandes pensadores: Confucio, Platón, Paracelso, Kant y Schopenhauer.

Finalmente ofrezco una reflexión personal.