Ámbito Cultural-El Corte Inglés. Calle Serrano, 52 (Madrid)
Curso 2008-2009: “Obras maestras del arte filosófico”.
Impartido por David López.
* Entrada libre hasta completar el aforo.
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– 6 de julio: Mundos paralelos (Michio Kaku).
– 13 de julio: Against method (Paul Karl Feyerabend).
Llegamos al último mes de este curso. Le puse por título “Obras maestras del arte filosófico” porque quise compartir con vosotros lo que se siente dentro algunos de los más grandes universos lingüísticos que ha creado eso que el lenguaje llama “mente humana”. Creo que esos universos son obras de arte que combinan la Poesía con la Arquitectura. Y también creo que para sentirlos de verdad, para oler su carne, hay que dejar que se cobijen en nuestra mente; como dioses sin techo.
Los dos últimos lunes quizás sirvan para poner en práctica la plasticidad -la generosidad- mental que quizás hayamos ido adquiriendo a lo largo de estos meses. Y de estos años. Y es que, de la mano de Michio Kaku, nos esperan las hipótesis que la Física actual considera más rigurosas para responder a la pregunta de qué demonios es el mundo éste que tocamos. El “real”. Y nos esperan también las insoportablemente fértiles ideas de Feyerabend. La más insoportable es ésta: el científico no puede descartar ninguna hipótesis.
He pasado momentos maravillosos compartiendo con vosotros mis sobrecogimientos, mis vértigos, mis fascinaciones: mi sensación de que nos estamos abrasando en una gigantesca –atroz/bellísima- hoguera de Magia.
Gracias amigos.
David López
Qué enorme satisfacción encontrar algunas de tus enseñanzas por internet. Yo asistí a tus charlas durante el último trimestre del 2007, y, parafraseándote a ti, tus enseñanzas fueron como “bombas en el cerebro”, abrieron grietas por donde pudo entrar luz. Hablándote totalmente en serio, te considero uno de mis tres maestros, una de las tres personas cuyas enseñanzas cayeron en mis brazos sintiendo que me los rompería, que estaba pretendiendo abrazar el Pacífico (una vez más parafraseándote a ti). Gracias por tus palabras, por crear nuevas palabras, y por creer. Porque tal como nos recordabas, ya lo dijo Unamuno “creer es crear”, y además resulta contagioso, añadiría yo.
Un abrazo,
Ricardo