Publiqué El Nuevo filósofo del martillo hace un par de meses. En este tiempo ha habido personas que han abierto el mágico huerto de su mente para que, en plenitud, tomen allí vida mis personajes y mis mundos. Y algunas de esas personas me han escrito correos realmente maravillosos. Gracias.
Cierto es que mi novela no habrá sido la misma en cada uno de esos huertos infinitos, que se habrá autodifractado a través de la lectura personalísima de cada uno de los lectores. Eso me fascina. No sé cuánto daría por poder leer mi propia obra desde dentro de cada una de las radicales subjetividades que la han re-creado en estos dos meses. ¿Con cuántos colores distintos se habrá pintado la superficie del lago Orta, o la piel de Luisa, o el cielo estrellado que arde sobre el monasterio ateo de Federico Nikolaus?
En cualquier caso quisiera dar las gracias a todos esos lectores. Gracias por dar la vida a mis frases. Por encarnarlas. Gracias en nombre de Luisa, de Juan Ruiz, del Nietzsche de mi mente, del lago Orta que palpita en mi memoria y, en definitiva, de todos los seres reales e imaginarios que tiemblan en la nada mágica de mi novela.
Gracias de corazón.
EL NUEVO FILÓSOFO DEL MARTILLO
David López
El Huerto Infinito-Editorial (CreateSpace Independent Publishing)
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