Esta conferencia/debate tuvo lugar el 7 de marzo de 2021 y es la segunda del programa “Filosofía y actualidad”. El tema es, en mi opinión, de crucial -incluso vital- importancia en este preciso momento histórico. Creo que los parlamentos democráticos, que son los sagrados manantiales de las leyes, han normalizado un ambiente y una forma de trato inter-subjetivo que podría estar contaminando (e incluso envenenando) gravemente nuestra sociedad. Y la tendencia me parece que va a peor. A más y más toxicidad. Esos sacros manantiales deben ser (urgentemente) espacios de diálogo respetuoso y constructivo, no de guerra psíquica y verbal. Deben ser exquisitos templos de la comunicación y de la creatividad humanas, no zafias trincheras. Intenté enfocar el tema desde las prodigiosas alturas de la Filosofía (esa poderosísima cámara, ineludible para la civilización humana). Mis apoyos fundamentales fueron el discurso de Diotima que aparece en el Banquete de Platón (según la traducción de M. Martínez Hernández), el libro escrito por Cicerón para su hijo Marco (“Sobre los deberes”, según la traducción de José Guillén), las consideraciones sobre la libertad de expresión realizadas por John Stuart Mill y el concepto de acción comunicativa creado por Jürgen Habermas.