Navidad significa nacimiento.
Nacimiento prodigioso.
Entrada de un Dios en su Creación para fabricar el paraíso.
Y es que el paraíso es un modelo de mente.
Desde el modelo de totalidad del cristianismo Jesús es Verbo: palabras.
Jesús es la forma que tuvo un Creador de mundos de entrar en su propia Creación. ¿Para qué? Para decir -decir- a los seres humanos cómo acceder a otro mundo: a otro nivel de conciencia.
Jesús es Verbo; palabra hecha carne: una propuesta de modelo de mente –y de corazón también-. Y no me parece una mala propuesta.
Jesús trajo consigo una compañía de bailarinas lógicas. Y pidió a sus apóstoles que las llevaran a todos los rincones de la Tierra.
Para que entraran en las mentes de los hombres. Y las transformaran en paraísos.
Yo espero que en esta Navidad haya nacido en vuestras mentes, y en vuestros corazones, la más preciosa bailarina lógica que podáis imaginar. Sea o no cristiana.
Pero sobre todo os deseo una mente generosa: una mente capaz de acoger a muchas bailarinas, con cariño, con respeto, con fascinación.
Feliz Navidad.
David López.
Londres, 2009.